Israel Dávila
Villa de Allende, Edomex. 12 de marzo del 2018. Trece años después de que un grupo de mujeres mazahuas cerraran momentáneamente las válvulas del Sistema Cutzamala por el cual se suministra la tercera parte del agua potable que llega a la Ciudad de México y sus municipios conurbados, el reclamo de las comunidades de esta etnia del sur del estado sigue vigente.
Paradójicamente, más de una docena de comunidades mazahuas ubicadas en la periferia de la planta potabilizadora de Berros, localizada en este municipio, siguen sin acceso agua potable, cuando fue la principal demanda de hace 13 años cuando se firmaron compromisos con la Comisión Nacional del Agua.
La perforación de pozos y la construcción de infraestructura hidráulica para llevar el agua a estas comunidades está parada, sin embargo, la construcción de una tercera línea de conducción del Cutzamala para llevar el líquido a la zona más poblada del país va en su etapa final
Este lunes, pobladores de varias comunidades aledañas a la planta potabilizadora de Berros, e integrantes del Frente Mazahua, iniciaron un plantón para exigir a la Comisión Nacional del Agua cumplimiento a sus acuerdos.
Para aumentar la presión a las autoridades tomaron un tráiler cargado con más de 25 mil litros de cloro que se utiliza en el proceso de potabilización de los 19 metros cúbicos por segundo que hace esta planta antes de enviar el agua a la zona más poblada del país.
Manuel Araujo, uno de los líderes del Frente Mazahua informó que el Gobierno Federal sólo se activa cuando hay movilización de las poblaciones cercanas a la planta de Berros, pues de lo contrario, la Comisión Nacional del Agua no hace nada para terminar de cumplir los compromisos pactados hace 13 años, cuando un grupo de mujeres de esta etnia, tomó por completo la planta potabilizadora y cerró las válvulas del Sistema Cutzamala.
Entre las obras pendientes está la construcción de redes hidráulicas para más de una docena de comunidades de Villa de Allende que carecen del líquido y cuyos habitantes tienen que caminar varios kilómetros para traer de ríos y arroyos el agua.
Entre las comunidades que todavía carecen del servicio se encuentran Manzana de Zacatonal, la localidad más cercana a la planta potabilizadora de Berrros; Taborda, Sección Guadalupe, La Piedra y Dolores Vaquerías entre las principales.
El compromiso era perforar tres pozos profundos, en la zona para dotarles del líquido, pero las obras se realizan por meses y luego paran por largos periodos. “si no hay presión social, simplemente las obras no se hacen y los recursos no se ejecutan”.
Además también está pendiente de cumplimiento un plan de desarrollo sustentable para las comunidades. En un principio se dijo que se apoyaría a los pobladores con proyectos productivos, “pero solo fueron apoyados unos cuantos y la inmensa mayoría ya no se le ayudó”
También se demanda la restitución de tierras expropiadas para la instalación de la planta de Berros, que finalmente no fueron ocupadas para la construcción de este complejo hidráulico.
Araujo advirtió que de no tener respuesta de las autoridades de forma inmediata tomarán por completo la planta de Berros y no dejarán entrar ni salir al personal, además de que existe la posibilidad de cerrar las válvulas de agua como ya se hizo hace 13 años.
