Toluca, Edomex. 4 de septiembre de 2014.- A una semana de que llegaron a Valle de Bravo, integrantes de la Gendarmería Nacional, la nueva división de la Policía Federal, se quejaron de las condiciones con las que los tienen trabajando en ese municipio. Entre su inconformidad, refirieron condiciones insalubres, pues los baños portátiles del campamento donde los tienen, no han tenido limpieza en una semana y los dormitorios están en malas condiciones.
Mientras ellos duermen en este campamento, los mandos y otras divisiones de la policía federal, ocupan cuartos de hotel y tienen otras comodidades. Los elementos de la Gendarmería, profesionistas todos, creyeron que este nuevo cuerpo policial tendría otro estatus y forma de trabajo más profesional, pero de entrada las circunstancias de su desempeño no parecen las más propicias para ofrecer los resultados esperados. Y su presencia apenas comienza.
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Este jueves, el presidente Enrique Peña Nieto estará de regreso en el Estado de México. Estará de gira por el municipio de Ecatepec, donde relanzará los programas sociales -hasta hoy conocidos como Oportunidades- bajo el denominativo de “Progresa”. El peñismo estará acompañado por gran parte de su gabinete, en su tierra natal, en el bastión político del gobernador Eruviel Ávila. El municipio más poblado del país, pero también uno de los de mayor marginación, y de alta incidencia delictiva. Cifras de nada que presumir.
La recurrencia de Peña Nieto por visitar el Estado de México parece que será una constante en adelante, hasta el año entrante que es electoral. La imagen del peñismo, según lo reflejan muchas encuestas tiene amplia desaprobación, y la mejor manera de revertirlo es llevar a Peña a la campaña. El status ideal del mexiquense es su acercamiento con el electorado, y de mejor manera con bastiones como el Estado de México, donde se asientan casi 11 millones de votantes y el 13 por ciento del padrón electoral nacional.
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A propósito del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el Gobierno de la República asegura que no habrá expropiaciones de tierras para su construcción. El proyecto se edificará en Texcoco a 29 kilómetros de la actual terminal aérea, y a cinco kilómetros de San Salvador Atenco. De confirmarse la premisa, las movilizaciones de protesta y de rechazo por parte de ejidatarios atenquenses difícilmente podrían tener un eco de magnitudes mayúsculas para resistir al esquema aeroportuario del peñismo.
Mientras tanto, este jueves habrá otra conferencia de prensa, encabezada por Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio Chong, junto con otros cuatro secretarios de estado, para esclarecer circunstancias del nuevo aeropuerto capitalino. Y en próximos días, el mexiquense Gerardo Ruiz Esparza, comparecerá ante el Senado de la República para atender las inquietudes de los senadores respecto de lo que se ha anunciado como la mayor obra de infraestructura del sexenio.
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