El Instituto Electoral Estatal parece omiso. Los gobernantes en general violan la ley electoral, y los consejeros permanecen incólumes. Han pasado dos meses del informe de Eruviel Ávila y apenas el sábado pasado, en la pantalla gigante del estadio Nemesio Díez se difundió uno de los tantos spots que el gobernador usó para promocionar su imagen. Eso diez días después del informe está prohibido, pero aquí no pasa nada.
La ley electoral da facultades para sancionar tanto al mandatario –responsable de contratar ese espacio publicitario- y a la propia directiva del equipo de futbol, por actuar al margen de la ley e incluso fuera de ella. Los partidos políticos de oposición permiten el acto consumado, porque tampoco son respetuosos de la legalidad. Prevalece la impunidad en las normas democráticas y luego nos quejamos de lo que pasa en materia penal.
Cuidadosos de las prácticas de promoción personal debieran ser los consejeros electorales. Hace ya tres meses los diputados locales iniciaron sus informes, y faltan escasos siete días para que hagan lo mismo los alcaldes. Sin embargo, la ley electoral es letra muerta. El uso de recursos públicos al servicio de quienes son autoridad. El culto al ego personal, con altas dosis de narcisismo permisible. Que nadie se sorprenda.
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El Gobernador Eruviel Ávila y el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera se fueron de bruces. Ayer sonó la alarma sísmica de forma errónea, lo que derivó incluso en el desalojo de varios edificios e inmuebles tanto del Estado de México como de la capital del país. Minutos más tarde, el Sismológico Nacional desmintió que temblara, y evidenció una falla todavía inexplicable de las alarmas sísmicas activadas.
A través de twitter, Eruviel Ávila publicó: “Suena la alerta sísmica. Estamos atentos.” Para rematar posteriormente con: “Fue imperceptible el sismo en los Valles de México y Toluca. Los cuerpos de emergencia del #Edoméx se mantienen en alerta”. Antes, Mancera posteó en la popular red social: “ESTÁ TEMBLANDO, iniciamos monitoreo en la ciudad #mm”. Lo que realmente generó una andanada de críticas por la información errónea que los propios gobernantes propagaron.
