A pesar de las críticas que recibió hace más de una década,  Andrés Manuel López Obrador puso muy de moda el apoyo asistencial hacia adultos mayores a través del pago de una pensión universal. Para muestra un botón,  este miércoles el Presidente Enrique Peña Nieto arrancara el Programa en apoyo a personas mayores de 65 años. Desde Monterrey,  el mexiquense estará acompañado por su gabinete en pleno en uno de los proyectos más ambiciosos de su gobierno.

Con motivo del día del abuelo, sobran los gobiernos que se buscan colgar de las condiciones precarias en que viven muchos adultos mayores, en marginación, en el olvido carentes de fondos de retiro o de un sistema de pensiones. Las políticas públicas en general, y donde el Estado de México no es ajeno,  actúan de forma reactiva y no preventiva. Bajo un esquema electoral y no de soluciones reales.

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Hay quien ha comenzado a observar en los spots del primer informe de gobierno de Enrique Peña sus propios afectos personales, pero sobre todo su apoyo a dos integrantes de su gabinete que tienen algo en común: no pertenecer a las fuerzas vivas del PRI.  Se trata de Rosario Robles y de José Antonio Meade, a quienes sin mencionar por su nombre les reconoce logros institucionales a diferencia del resto.

Sobre Rosario, hace especial énfasis en que su gobierno ejeece una permanente lucha contra la pobreza y la desigualdad. Incluso asemeja la misma al símbolo del escudo nacional donde el águila le ganó la disputa a la serpiente. De Meade,  sobresale la apuesta de Peña por recuperar el liderazgo regional de México y su reposicionamiento en el ámbito global.

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Muy poco abona Oscar Sánchez Juárez en su afán de llamar a la unidad panista cuando ratifica a Ulises Ramírez como coordinador de la bancada panista en la legislatura local. Es Ulises el motivo de la fractura y a la vez el enviado del presidente estatal de generar buen ambiente. El ex priista representa la Iglesia en manos de Lutero.

Tan priista se asume Ulises, que su ungimiento legislativo sólo es un cobro de favores hacia su delfín político a quien en el pasado hizo coordinador de la fracción blanquiazul en la pasada legislatura,  luego influyó hasta hacerlo candidato a senador,  y más recientemente en presidente estatal del PAN,  en una afrenta que les ha costado tiempo, pero donde finalmente el Grupo Tlalnepantla se ha impuesto de nuevo.