Mauricio Valdés abandonará este año la presidencia del Instituto de Administración Pública del Estado de México. Valdés fue mero reemplazo a la gestión iniciada en 2010 por Efrén Rojas Dávila –hoy secretario general de gobierno-. Sin embargo, los plazos fatales de su interinato concluirán en unos cuantos meses, y sin dudarlo, la suerte de definiciones para la nueva presidencia –para los próximos cuatro años- deberá venir desde el Palacio de Gobierno.
Actualmente, el IAPEM se ha convertido en “caja chica” de los políticos marginados. Se ha vuelto en el consultor por antonomasia de los gobiernos estatal y municipal. Con absoluta discrecionalidad, maneja el patrimonio y presupuesto propios. Hace trabajos que corresponden al gobierno sin serlo. Y por lo tanto, lo que privilegia es la opacidad de sus contratos, de sus recursos financieros y de sus operaciones políticas en la entidad.
La reincorporación de Valdés, ocurrió ya con Eruviel Ávila como gobernador, y no hay quien descarte la posible incursión de Mauricio al gabinete estatal. Pero no está de más, traer a la corta y terca memoria, que Mauricio Valdés abandonó en el muy lejano 1999 el priísmo, y busco alojamiento en el panismo a través de Rubén Mendoza. Cuando las cosas no se le dieron, entró al PRD, donde intentó fallidamente ser candidato a gobernador, en cuyas elecciones resultó ganador Arturo Montiel.
Vueltas que da la vida, Mauricio Valdés –al igual que Isidro Pastor en 2005, cuando apoyó la candidatura del propio Rubén Mendoza-, cual hijos pródigos regresan al redil del partido oficial. Si lo que se busca, es ahondar con el desencanto, podrían anotar desde ahora a Mauricio en la ronda del gabinete, aunque antes haya dado de patadas al pesebre. Y que se abran las apuestas para la presidencia del IAPEM, donde Efrén Rojas lleva mano.
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A río revuelto, ganancia de pescadores. Santiago Creel Miranda ha retornado a la escena política en la catástrofe que afecta al panismo. Es el momento de Creel para tomar revancha del calderonismo que lo marginó por más de seis años. Se ha subido a la campaña de Francisco Vega en Baja California, pero sus vínculos también podrían incidir en la vida política del Estado de México, en donde el blanquiazul se encuentra desahuciado.
Creel representa uno de los sectores más duros del panismo, vinculado a Diego Fernández de Cevallos y Fernando Gómez Mont. Sus relaciones en la entidad mexiquense, están asentadas con José Luis Durán Reveles, y la dinastía que le acompaña. Los Durán podrían retomar el control político del partido, mientras el Grupo Tlalnepantla y los Bravo boys se destrozan entre ellos. Por eso es bien cierto, que en política no hay nada, ni nadie muerto.
